matices del vino blanco-ligeros y secos

¿Alguna vez te habías parado a pensar a qué sabe un vino blanco? Los vinos blancos son aquellos que se elaboran a partir de uvas blancas o de tintas, en caso de que no hayan macerado con los hollejos, y cuentan con una variedad de matices muy amplia.

Según los matices del vino blanco, se puede hablar de diferentes tipos:

Hoy vamos a ahondar un poco más en el mundo de los vinos blancos ligeros y secos. Este tipo de vinos son vinos jóvenes que no pasan por barrica. Una de sus características principales es que son vinos con poco azúcar y extractos. Precisamente por ello, cuando se enfrentan al paladar de la persona que lo cata, tiene como única herramienta su sabor, que puede estar matizado por el alcohol o la acidez del mismo. Un vino seco se consigue gracias al proceso de fermentación natural de la uva.

Este tipo de vinos se sirven ligeramente fríos, para tomar solos, con aperitivos o comidas ligeras.

Matices del vino blanco: ¿Qué diferencia un vino seco de un vino dulce?

El antagonista de un vino seco podemos decir que es un vino dulce, por lo que vamos a descubrirlo un poco más marcando las diferencias entre uno y otro. En primer lugar, como decíamos anteriormente, la principal diferencia en cuanto a matices del vino blanco entre vinos secos y vinos dulces está en que los primeros se consiguen por un proceso de fermentación natural. y los segundos se han fortalecido de forma que se ha evitado que el azúcar se convierta completamente en alcohol.

Por otra parte, ya en boca, el vino seco suele tener un sabor más fuerte, pero con un final limpio, mientras que el sabor del vino dulce tiende a quedarse mucho más tiempo en la boca.

Un ejemplo de vino blanco seco es nuestro Javier Sanz Verdejo, ideal para beber a cualquier hora, en un aperitivo o maridado con mariscos, pescados a la sal, ceviches y pescados blancos ligeramente condimentados. Sus aromas frescos recuerdan al pomelo con ligeras notas de anís e hinojo.

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