
La vendimia nocturna es una práctica cada vez más popular. Cuando pensamos en la vendimia, imaginamos a los vendimiadores recogiendo las uvas ‘como toda la vida’: a mano, con unas tijeras o alguna herramienta similar y bajo el sol. Pero lo cierto es que, cada vez más, y también en la zona de la D. O. Rueda, está implantada la vendimia mecánica nocturna.
La vendimia nocturna en la Denominación de Origen Rueda
Así la llevamos a cabo en muchos de los viñedos de Bodega Javier Sanz Viticultor, ubicados en La Seca (Valladolid). ¿Pero cómo es y en qué consiste la vendimia nocturna? En esta modalidad, la recogida de las uvas comienza, más o menos, hacia el atardecer, cuando la luz del ocaso va envolviendo los viñedos en un ambiente mágico —o, incluso, más tarde—. Desde ese momento, dura hasta llegado el amanecer. También podríamos decir que esta vendimia se hace de sol a sol, pero al contrario de la forma a la que solemos referirnos. A la luz de la luna, la máquina que se encarga de recolectar los frutos de la vid va pasando por las calles que se forman entre las hileras de cepas. Por medio de un movimiento de vibración, va sacudiendo las viñas para que los racimos de uvas caigan dentro del agujero central que tiene la máquina vendimiadora. Se trata de la misma máquina que se utiliza para varear los olivos y recoger las aceitunas.
No obstante, la vendimia a máquina solo puede llevarse a cabo en los viñedos plantados en espaldera y no en los que están plantados en vaso, como nuestros viñedos más viejos y prefiloxéricos. Estos, en ocasiones, se encuentran levantados a escasos centímetros del suelo y ello hace inviable que puedan vendimiarse con la máquina. Sus racimos solo pueden ser recogidos a mano.
Las ventajas de la vendimia nocturna
La utilización de la máquina para la vendimia nocturna conlleva una recolección de los frutos más rápida de la que pueden hacer los hombres y mujeres que recogen los racimos a mano por lo que estos llegan a la bodega en un plazo de tiempo menor y, por tanto, en mejores condiciones ya que, al no pasar tanto tiempo desde que son cortados hasta que se reciben en la bodega, se evitan procesos como la oxidación o una fermentación antes de tiempo.
Además, que la vendimia se realice durante la noche tiene un motivo principal y es que, al ser las temperaturas nocturnas más bajas que las diurnas, las uvas también tienen una temperatura menor, están más frescas y ello permite, por un lado, que estén más hidratadas y conserven todo su potencial aromático, así como que tengan un menor grado alcohólico probable, y por otro lado, al estar controladas meteorológicamente, se evitan también las fermentaciones anticipadas y las maceraciones no controladas y, por consiguiente, también que los mostos se oxiden.
En Javier Sanz Viticultor, tener todas las parcelas de viñedo dentro del término municipal de La Seca también nos ayuda a evitar todos estos inconvenientes ya que el tractor cargado de uvas no tarda más de una hora en llegar a la bodega por lo que los racimos aún están en perfectas condiciones cuando los recibimos y comienza su proceso de transformación en vinos de calidad con Denominación de Origen Rueda.